A pesar de que la HCG no ofrece ninguna habilidad para mejorar el rendimiento o desempeño de las mujeres, demuestra ser muy útil para el usuario de esteroides masculino. Por supuesto, el uso obvio vendría siendo estimular la producción de testosterona endógena. La actividad de la HCG en el cuerpo del hombre se debe a la habilidad de dicho compuesto para imitar la LH (hormona luteinizante), una hormona producida en la pituitaria que estimula las células de Leydig en los testículos para producir testosterona. Restablecer la producción endógena de testosterona es una de las principales preocupaciones al final de cada ciclo de esteroides, ya que es un momento en el cual el nivel de andrógenos subnormal (debido a la supresión inducida por los esteroides) podría ser muy costoso en términos de perdida de ganancias previas. La preocupación principal es la acción del cortisol, la cual de muchas maneras está compensada o equilibrada por el efecto de los andrógenos. El cortisol envía a los músculos el mensaje opuesto que la testosterona, es decir, degradar o descomponer la proteína contenida en las células. Si no se controlan sus niveles o efectos en el cuerpo (debido a un nivel sumamente bajo de testosterona), el cortisol puede rápidamente despojarnos de mucha de nuestra nueva masa muscular.
El idea principal con la HCG es restaurar la habilidad normal de los testículos para responder a la hormona luteinizante endógena. Después de un largo período de inactividad, esta habilidad puede haber sido tremendamente reducida. En ese caso, los niveles de testosterona pueden no alcanzar un punto normal, aunque la liberación de de la LH endógena haya sido reanudada normalmente. Muchos quienes han sufrido un severo encogimiento testicular pueden relatar como en el caso en que no fueron usadas dichas drogas auxiliares a menudo fue necesario esperar algún tiempo antes que los testículos retornaran a su tamaño normal y se restauraran las sensaciones de virilidad. El estímulo excesivo otorgado por la administración de HCG puede causar que los testículos retornen rápidamente a su tamaño y nivel de actividad normales. Sin embargo, nosotros no estamos simplemente buscando este compuesto para arreglar el problema, ya que los altos niveles de testosterona resultantes de su uso pueden disparar por si mismos una respuesta negativa de inhibición en el hipotálamo. Con el uso de la HCG también se aumenta la producción de estrógenos, debido a su habilidad para aumentar la actividad aromatasa en las células de Leydig (79). Esto es debido a la acción principal de la HCG, el aumento del AMP cíclico (un mensajero secundario que regula la actividad celular). Cuando es estimulada por la HCG, la habilidad de los testículos para aromatizar los andrógenos podría potencialmente ser elevada varias veces más de lo normal. Esto también puede inhibir la producción de testosterona, por consiguiente deberíamos usar la HCG solamente como un choque rápido y breve a los testículos.
El protocolo usual es inyectar 1500-3000 U.I. cada 4 o 5 días, por un periodo de tiempo no mayor que 2 o 3 semanas. Si la droga es usada por mucho tiempo o en altas dosis puede realmente causar una desensibilización a la hormona luteinizante en células del Leydig de los testículos, más aun impidiendo un retorno a la homeostasis. Cronometrar la dosis inicial también es muy importante y crucial. Si usted esta saliendo del un ciclo de Sustanon por ejemplo, Los niveles de testosterona en la sangre tenderán a permanecer elevados por al menos 3 o 4 semanas después de su ultima inyección. Por consiguiente usar la HCG el día de su ultima inyección de Sustanon seria inútil. En lugar de eso de debe calcular la ultima semana en la que los niveles de andrógenos estén probablemente por debajo de lo normal, y comenzar la terapia de drogas auxiliares en este momento. En este caso se empezaría a usar la HCG alrededor de la tercera o cuarta semana después de la ultima inyección de Sustanon. De igual modo, al terminar un ciclo de Dianabol (un oral) sus niveles serán subnormales después del tercer día. Aquí usted puede comenzar su programa de HCG unos pocos días después de haber tomado la ultima tableta de Dianabol, dándole de este modo unos días para surtir efecto. Uno también se podría preguntar que nivel de supresión endógena nos ha originado el ciclo. Por ejemplo, después de un ciclo de 8 semanas de Equipoise®, probablemente sería suficiente con una dosificación inicial de 1500-2500 U.I. de HCG. La baja cantidad de supresión hormonal asociada a esta droga probablemente no requeriría mucho más. Por otro lado, 750-1000mg de Sustanon por semana podrían inclinar al usuario a inyectarse una dosis de HCG mucho mayor, quizás tan alta como 5000 I.U. para la primera dosis. Puede que después de esto sea una buena idea reducir la dosificación en las inyecciones siguientes, para de este modo ir disminuyendo gradualmente la ingesta de HCG durante las dos o tres semanas de uso.
Como fue discutido anteriormente, la HCG sólo actúa imitando la acción de la LH. Por consiguiente no es la hormona perfecta para combatir la supresión de la testosterona, y por esta razón se usa más a menudo junto con antagonistas del estrógeno como Clomid®, Nolvadex® o Cyclofenil. Estas drogas tienen un efecto diferente en el sistema regulador, inhibiendo la supresión inducida por el estrógeno en el hipotálamo. Por supuesto, esto también ayuda a reestablecer la producción y liberación de testosterona, aunque a través de un mecanismo muy diferente que la HCG. La combinación de ambas drogas parece ser muy sinergística, ya que el HCG proporciona un efecto inmediato en los testículos (despertándolos de su inactividad) mientras el anti-estrógeno ayuda posteriormente a bloquear la inhibición en el hipotálamo y reanudar la liberación normal de gonodatropinas desde la pituitaria. El procedimiento típico consiste en comenzar a usar una dosificación de Clomid®/Nolvadex® conjuntamente con la HCG, pero continuar usándolos durante unas semanas más una vez que se haya discontinuado la HCG. Esta práctica debe elevar eficazmente los niveles de testosterona, los cuales esperanzadamente permanecerán estables una vez que el Clomid®/Nolvadex® se haya discontinuado. Aunque desafortunadamente no hay ninguna manera de retener todas las ganancias de músculo producidas por los esteroides anabólicos, usar las drogas auxiliares para reestablecer un estado hormonal equilibrado es la mejor manera de minimizar la pérdida sentida al terminar un ciclo.